sábado, 8 de octubre de 2011

HOTEL PLANNING

MI PLANNING DEL DÍA
1º. Levantarme de la cama, tarea costosa, sobre las 9 y media de la mañana. Prepararme para ir al buffet.

2º. Tomar el desayuno, siempre contundente. Odio los desayunaos de hotel por el simple hecho de que los adoro. Las fuentes de donuts y muffins de apetitosos colores son capaces de tentarme.


. Actualizar el blog en el hall. Me siento en los pequeños pufs, como de costumbre, y comienza mi trabajo.

4º. Gym, gym y más gym. Una de mis partes favoritas del día. Me hace desconectar, y ver caras/ cuerpos nuevos, ya me entendéis. Es el primer año que me apunto a esto, y tengo unos cuantos fichajes impresionantes en este gimnasio, ¿por qué no se me habría ocurrido antes?

5º. Piscina, como no. Salir del gimnasio y lanzarme al agua es algo que me relaja muchísimo. Este punto es intransferible y solo puede ser sustituido por un baño en la playa.


6º. Tomar el almuerzo, algo suave y poco contundente en la piscina para aguantar el resto del día, tampoco necesito demasiado, gastaré pocas energías. Me basto con un sándwich vegetal.

7º. Algo de tiempo más libre aún, sin planes, improviso. Coger un libro, una revista, charlar o jugar partidas de billar son algunas de las cosas que pueden completar mis tardes aquí. Quizá esta es la parte más aburrida del día, pero no está mal. Me acompañan "El niño del pijama de rayas" y "Una historia de amor como otra cualquiera", dos libros totalemente recomendables,el primero para todos, el segundo, especialmente para mujeres, para aquellas quizá no tan afortunadas en el propio amor, para las singles, o para interesadas en relatos amorosos, yo pertenezco al grupo de las singles, y podría decirse, que tampoco he sido muy afortunada. Completan mi colección anti-aburrimiento mi "Glamour", mi "Rolling Stone", mi "Woman", mi "Elle", y mi "Cuore", las exprimo una y otra vez, y no me canso de hacerlo otra vez más.

8º. Arreglarme. Esta es una de mis partes favoritas del día. Me maquillo envuelta en el humo de un cigarrillo que mi madrastra sostiene junto a su copa de whisky J&B, no resulta incómodo, al contrario, se crea una atmósfera curiosa bajo las luces tenues de los focos de los espejos, que me hace sentir agusto.


9º. Una vez vestida, y arreglada, me dirijo al escenario exterior, el "bar snack", donde decenas de parejas extranjeras (generalmente) se amontonan en mesas repartidas por la pista de baile, tomando cocktails de todos los colores imaginables. Me gusta.

10º. Cena. Me dirijo al buffet, elijo un entrante, me preparo un segundo plato, y reservo algo para el postre, que no puede faltar, para mí, comida sin postre, no es comida, jamás. Me gusta andar por el buffet de un lado para otro, escuchándome a mí misma taconear, e intentar mantener mis pasos en línea recta, un pie detrás de otro, clac, clac, me observan, me gusta que me observen, en su justa medida. Me gusta llamar la atención, lo reconozco, y me gusta ser admirada, eso no es siempre posible, pero me siento igual de bien, incluso sabiendo que alguien que me mire puede estar pensando algo malo de mí, no importa, al menos he captado su atención durante un instante, ese era el propósito.

11º. Cocktail. Salgo del buffet y me dirijo a la zona del espectáculo, donde elijo un sitio en un lugar estratégico, donde quepamos tres (mi padre, su mujer y yo), donde veamos perfectamente el espectáculo, donde no perdamos de vista a la enana, y donde no corra riesgo de ser atacada por cucarachas kamikazes. Allí me siento, y pido un cocktail, que según mi look de esa noche, me será servido con alcohol o sin alcohol, generalmente vodka, técnicamente debería ser siempre lo segundo, pero eso no importa, ¿papá, que culpa tendré yo? Un fallo lo tiene cualquier camarero, pero se lo dejo pasar, no me importan, para nada.



12º. Ronda final. Subimos a la habitación (con otro cocktail lleno en mano) y nos acomodamos en la terraza, para jugar a la ronda. Me gustan los juegos de cartas entre familiares de madrugada, bajo la noche perfecta y estrellada típica del sur de la isla. Durante el trayecto, la enana va saltando, y me pide que haga con ella una carrera hasta la habitación, típica propuesta suya, y típico rechazo mío, estoy bastante cansada entonces.

13º. Desarreglo, y good night. Después de un día ajetreado, toca desmaquillarse, ponerse el pijama, meterse en la cama, y volver a vivir otra aventura en un lugar lejano de mi mente, para al día siguiente continuar mi aventura. Son días tranquilos, y de desconexión, pero aún así, provocan cansancio. Espero no llegar a casa con demasiadas horas de falta de sueño acumuladas, pero, en ese caso, a pesar de ello, me quedará el consuelo de que esas horas que faltan, las pasé disfrutando, y viviendo, que ya me tocaba.

PD: Este planning fue escrito en agosto, pero por problemas técnicos (hice un destrozo mi antiguo ordenador) no pude publicarlo antes. Ahora estoy de nuevo en rutina, y por momentos pienso, que echo de menos el no hacer nada, ¡ojalá estuviese de nuevo en ese hotel agotándome por mi aburrimiento!








xo - xo
By: Adriana
See u soon

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